La esencia de lo industria nace del metal. Materiales con reminiscencias del acero, del

hierro, cobre o bronce. De esa escuela estética nace Brooklyn, la última apuesta de Tau

para dar forma a los espacios con porcelánicos inspirados en el metal. Fruto de esta

forma de repensar los espacios encontramos unas piezas que son perfectas para encajar en

estéticas modernas, comerciales y, como no, industriales. Colores que emanan óxidos,

metales clásicos y una apuesta por los ocres con una gran personalidad. Brooklyn, de Tau,

es una apuesta por espacios con una personalidad fuerte y que tienen como clave una

complementación con tonos neutros y suaves. A pesar de que puede encajar con colores

tanto claros como oscuros, es importante saber que cualquier elemento ganará personalidad

y fuerza con un fondo que cuenta con un carácter propio tan definido.